4 Alimentos para Reducir la Grasa de la Barriga

El secreto de la pérdida de peso duradera no solo se reduce a cuentas complicadas de calorías y trucos para reducir peso. 

El verdadero trabajo reside en los ritmos naturales del cuerpo con el apetito y el sueño para conseguir frenar los antojos, quemar grasa y aumentar tus niveles de energía al máximo.

La investigación demuestra que los relojes internos de nuestros cuerpos a la hora de comer y dormir han sido lanzados totalmente fuera de control, gracias a las señales que les enviamos todos los días con alimentos inadecuados. El resultado, estás atrapado en un ciclo cerrado donde el flujo constante de las hormonas del hambre hace que tus antojos sean una necesidad casi irresistible.

Pero si sintonizas con el lado natural de tu cuerpo y consigues llevar unos horarios a la hora de comer y dormir, puedes finalmente decir adiós al “perro” que tienes dentro de tu barriga.

Hoy voy a contaros como conseguir reducir la grasa de la barriga, tener una buena noche de sueño y satisfacer las necesidades de tu cuerpo a la hora de comer. Sigue leyendo, con estos 4 alimentos lo conseguirás.

Pescado

Cuando tu dieta es deficiente en omega-3 (un nutriente muy común en los peces) la glándula pineal, una glándula en el cerebro que ayuda a regular el sistema nervioso, comienza a no regular los procesos naturales de tu cuerpo correctamente, llevando a alteraciones en la producción de melatonina, la hormona del sueño. Las personas con un déficit de omega-3 suelen tener alteraciones durante sus períodos de descanso habitual, que puede conducir a cosas poco saludables como comer durante la noche, a la hora de dormir.

El pescado es también rico en proteínas, las investigaciones han mostrado que puede saciar tu apetito. Incluso quemas más calorías digiriendo proteínas que cuando comes grasas o carbohidratos. Además, comiendo más omega-3 puedes aumentar la salud del corazón y disminuir el riesgo de demencia.

Nueces

Estas leguminosas son una gran fuente de magnesio y estimulan el estado de ánimo. Consumir más puede ayudar a personas que tienen problemas de sueño, según un estudio de 2010 publicado en la revista Magnesium Research. Un grupo de personas durante 51 años recibió 320 miligramos de magnesio al día, mientras que otro grupo recibió un placebo. Después de siete semanas, aquellos que tomaron el magnesio estaban durmiendo mejor.

También se demostró en la investigación un menor aumento de peso y una reducción en las calorías ingeridas. Otro de los beneficios conseguidos es no menos importante, reducir el colesterol malo. Al tener unos niveles menores de colesterol malo consigues reducir posibles enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y la enfermedad de Alzheimer.

Leche

Resulta que la leche puede realmente hacer un bien al cuerpo cuando se trata de reducir grasa del vientre. Un estudio de 2010 realizado por investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham encontró que entre un grupo de más de 100 mujeres premenopáusicas, la grasa se redujo significativamente en aquellas que consumieron los alimentos más ricos en calcio.

De hecho, por cada 100 miligramos de calcio que consumían al día (que es una media taza de helado de yogurt), perdieron unos 2 centímetros de grasa intraabdominal, es la grasa que se encuentra alrededor de los órganos internos y que ha sido vinculada a mayores tasas de enfermedades cardíacas y de cáncer. El calcio también puede ayudarte a dormir si tiendes a despertarte por dolores musculares o calambres, ayuda a relajar los nervios del músculo y las fibras.

Cerezas

Alrededor de la hora de dormir, come unas buenas cerezas. Las cerezas son una de las mejores fuentes de origen vegetal de melatonina, la hormona del sueño. Aunque no existe evidencia científica te ayudarán a dormir. Los estudios han encontrado que alimentos como estos (por ejemplo, los plátanos) pueden elevar los niveles de melatonina en el cuerpo. No sólo la melatonina ayuda a dormir mejor, también es un potente antioxidante, que puede ayudarte a la hora de reducir barriga y perder peso.

Una vez más, recordarte que a todo esto hay que unirle el esfuerzo personal a la hora de llevar una dieta y un ejercicio constante en la vida. Los resultados no vienen por si solos, se necesita una implicación y un sacrificio a la hora de conseguir los objetivos marcados, por pequeños que sean. Si consigues integrar en tu día a día unos hábitos de vida saludables te convertirás en una nueva persona y aumentaras exponencialmente tu salud y bienestar.

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